Si sabes lo que son los
56 Kb, usaste un
walkman, tuviste un
tocho-movil y/o un
cacho-MP3, es muy probable que hayas tenido en casa alguna vez un reproductor de VHS.
Y los jovenzuelos, ¿sabéis de lo que hablo? Aquí una muestra...
Hace unos cuantos años, tener este "juguete" en casa, era casi lo mejor que podía tener un niño... De hecho amorticé mucho este aparato, tanto que estuvo funcionando en casa de mis madres hasta hace poco, y es que no se avería fácilmente.
Como no teníamos mucho dinero para gastar en vídeos, eran bastante caros, como los DVDs de ahora, y los padrinos de mis primos les regalaban casi todas las películas Disney que salían, mi tío me las iba grabando todas en cintas vírgenes. Para mi, mi tío era un crack.
No recuerdo bien como lo hacía, pero se que tenía que conectar dos reproductores para realizar las grabaciones.
De todas las que me pasó tenía dos películas con las que estaba casi obsesionada: El Rey León y La Sirenita. Me sabía de memoria las canciones y los diálogos. Si, si, ... los diálogos. Los iba diciendo a la vez que la película se reproducía. De hecho, las acabé rayando... Quiero aclarar que la muerte de Mufasa siempre la pasaba rápido, porque si no acababa llorando...
Era fácil saber que una película se estaba rayando: iban apareciendo líneas, pequeños cortes y algunas partes se escuchaban mal.
Lo malo de usar estos reproductores es que las cintas que llevaban los vídeos se salían y liaban, entonces tocaba hacer como los cassettes de los walkmans, pero sin bolígrafo, ya que los agujeros son más grandes.
A veces no solo se liaban, también se rompían. Un apaño para salir del paso y no perder la película era pegar con celo las cintas, sabiendo que esa parte de la película se saltaría cuando la intentases ver de nuevo.
Con el tiempo las películas se fueron poniendo muy baratas y es que salió un duro competidor, el DVD. La verdad es que tarde mucho en tener uno porque al principio eran carísimos, cuando lo tuvimos seguimos conservando el reproductor de VHS.
¡Por cierto! No fue importante solo en mi infancia, ¿eh? En mi adolescencia fue casi imprescindible y es que ¡podía grabar todos los programas de televisión y video clips donde salían los BackStreet Boys! Los guardaba como tesoros, ahora si quieres algo lo tienes siempre al alcance de la mano gracias a internet, antes al no ser tan fácil todas estas cosas se valoraban más.
Y además, que guay era ir al vídeo club con las amigas y elegir película para celebrar un cumpleaños, ¡que recuerdos! Ahora los videoclubs están en peligro de extinción... Aunque, si os digo la verdad, no se si aun queda alguno...
Y vosotros, ¿qué recuerdos tenéis de este aparatejo?
¡Saludos otakus!